?Lo único constante es el cambio?
Desde siempre he escuchado esta frase, pero nunca tuvo más sentido que hoy en día. Si bien desde la era industrial ya era un hecho, en la era digital actual es una realidad inevitable.
El pasado y el presente
A nuestros abuelos y todavía a algunos de nuestros padres les tocó esa época en la que aprender una profesión y ejercerla durante toda su vida hasta el retiro era suficiente para mantener un estilo de vida estable. Sin embargo, hoy en día las cosas han cambiado radicalmente. Sin importar el nivel de preparación que un individuo pueda tener, el éxito profesional no está garantizado. Vivimos en un tiempo en el que todo cambia a la velocidad de la luz; lo que funciona hoy, puede no funcionar mañana. Esto nos convierte en eternos aprendices si queremos mantenernos vigentes en un mercado que cada vez exige más de nosotros.
La información y la creatividad
La información está al alcance de nuestra mano de manera inmediata, pero también es pasajera. La buena noticia es que ya no necesitamos casarnos con la información o memorizarlo todo, ya que todo está en constante cambio. Hoy más que nunca, nuestra creatividad debe estar a flor de piel. Debemos considerar nuevas y mejores formas de hacer las cosas utilizando las herramientas e información que tenemos a nuestra disposición.
La reinvención constante
La gran ventaja de todo esto es que no hay un objetivo fijo que perseguir; se trata de disfrutar del camino y adaptarnos a lo que emerja. Así nos sentiremos satisfechos con nuestro día a día. La constante reinvención nos aleja del estancamiento y nos empuja continuamente fuera de nuestra zona de confort, lo que nos permite desarrollar nuestro potencial de maneras que jamás hubiéramos descubierto de otro modo.
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Conclusión
Te invito a adentrarte en esta nueva realidad que te reta a ser cada día mejor. Como dijo el Dalai Lama: ?Quien se transforma a sí mismo, transforma el mundo.?